Boatshed Barcelona en la Ruta de la Sal 2006.

Gert Van den Bergh, Boatshed Barcelona

En mayo del 1846, se produjo una escasez de sal en la ciudad de Barcelona a causa del bloqueo impuesto a la ciudad por los ejércitos carlistas. Un conocido hombre de negocios barcelonés tuvo la original idea de convocar a los más afamados navegantes del momento y presentarles un desafío: pagaría los servicios de transportar sal de las Salinas Pitiüses a El Garraf (Barcelona) pero en función del orden de llegada. Los primeros en llegar cobrarían en oro, pero los últimos quizás ni siquiera podrían pagar los salarios de los marineros.

Con el trasfondo de este hecho histórico, se creó en 1989 una regata deportiva, que con el tiempo ha ido transformándose en una de las más populares del Mediterráneo. Ahora, la regata se celebra en 2 versiones: una de Barcelona a Ibiza y la otra de Denia a Ibiza. Cada versión cuenta anualmente con unos 150 barcos inscritos. La última versión tuvo lugar del 13 al 15 de abril.

Al principio del mes de febrero, me llamó Jorge, quien es el primer cliente a quien vendí un barco (una Bavaria 34). Me preguntó si me interesaría participar en la Ruta de la Sal como tripulante a bordo de su barco. También quiso invitar al anterior propietario, ya que él había participado en la ruta del 2004. Por supuesto, los 2 estuvimos de acuerdo. Con una tripulación muy internacional, salimos muy temprano el 13 de abril del puerto de Barcelona.

Al principio hubo muy poco viento, pero después de unas horas de navegación fue subiendo, hasta que por la tarde nos cogió un viento de unos 10 nudos lo cual duró hasta temprano por la mañana del 14. Entonces, de repente nos quedábamos casi sin viento en la cercanía de Mallorca. Después de algunos cambios de rumbo, nos adentrábamos en el canal entre Mallorca e Ibiza, donde tuvimos buen viento de través, por lo cual finalmente llegamos en la meta unos minutos después de medianoche.

El día siguiente descansabamos en Ibiza para poder asistir en la entrega de los premios y la cena. Me quedo con unos buenos recuerdos de navegación en altura…